martes, 22 de septiembre de 2015

Días de vacaciones


  Hola"s", el día a día transcurre en el trabajo para muchas personas pero estos días no para mí: ¡estoy de vacaciones!

 Honestamente, casi no me lo creo, hace mucho que las necesitaba ya que antes siempre salí de vacaciones porque tenía responsabilidades que cumplir pero esta vez solo necesitaba descansar en casa sin "tener" nada que hacer e ir al médico; sin embargo, no había una obligación que me esperara y restara tiempo para descansar.

 ¿Qué suele hacer la gente cuando está de vacaciones?

 Esa es una pregunta con un sin fin de respuestas, muchos aprovechan para viajar, otros visitan a sus amigos y familiares, hay quienes hacen diferentes tipos de trabajo en esos días, algunos -como yo antes- estudian un curso o rinden algún examen importante (una certificación, por ejemplo), pero esta vez yo he decidido hacer de mis días de vacaciones una alabanza al relajo y reposo, de cuerpo y mente.

 Me he organizado pese a que parezca que no tengo agenda clara, he dividido bien mis horas de relajo total, mi tiempo para ir al médico y mis horas de tareas pendientes en casa, por ejemplo arreglos, que nunca faltan y siempre esperan.

 Estoy disfrutando de ver cómo el mundo gira a mi alrededor y yo sigo mi propio ritmo, a veces parece mentira pero solo eso puede hacer sentir relajadas a algunas personas, como a mí.

 Realmente, ¡cuánto bien puede hacer el dormir y descansar tranquila sin la prisa de despertar temprano para alistarte e ir a trabajar, sin tener que preocuparte si encontrarás movilidad para trasladarte, si llegarás a tiempo o no al trabajo!

 ¡Qué bien hace poder dormir y levantarte en paz, desayunar finalmente sentada a la mesa (y no parada en la cocina, casi corriendo); cuánta tranquilidad en ver que los minutos pasan y nada te altera mientras eso sucede y que si no quieres no tienes que salir en todo el largo día; es genial de pronto poder ver televisión y enterarte de lo que dan y que hasta algunos programas sí pueden ser interesantes o encontrarte de nuevo esa película que tanto te gusta pero que por falta de tiempo no volviste a ver!

 Sin duda, tomar vacaciones en el momento en que ya no puedes más porque sientes que vas a reventar, es mágico y hasta terapéutico. Yo lo pensé mucho pero las pedí con determinación porque realmente debía ocuparme de mi salud física y mental; trabajar es muy bueno, pero para poder hacerlo y bien, nuestro organismo también necesita descansar.

 Valoremos el descanso tanto como el trabajo y veremos que un equilibrio  responsable nos permitirá reinventarnos y recobrar fuerzas para poder producir aún más.

 ¡Ah!, un último comentario más, en estos días de vacaciones escuché a un médico en un programa y decía que quien duerme pocas horas tiene mayores posibilidades de desarrollar un cáncer, así que no se lo tomen a la ligera, es vital descansar bien, no se trata de ser holgazán, sino que se trata de nuestra salud y bienestar.

 ¡Hasta pronto!