lunes, 26 de mayo de 2014

¡Sacrificios de cada día por una meta!

 Hola"s", luego de un largo "alto", he decidido compartir sobre aquello que me ha impedido escribir desde hace tanto tiempo: "los sacrificios de cada día", y es que sin pensarlo y sin dejar de sufrirlo, tod@s nos enfrentamos cada día a un nuevo reto, tod@s luchamos por algo en particular que nos hace trabajar el doble o hasta dejar de dormir.

Metas trazadas: inicio del sacrificio

 Cuando nos planteamos metas claras y específicas es cuando empiezan los sacrificios, porque como hemos escuchado decir a muchas personas "¡lo que vale, lo bueno, cuesta!" y todos sin distinción experimentamos que esta frase es totalmente cierta y que no hay de otra para alcanzar la meta trazada.

 Quien no tiene planes, proyectos o metas que cumplir vive el día a día sin más, no tiene que preocuparse por mañana. Sin embargo, quienes nos trazamos metas no podemos darnos ese "lujo".

Lo que sacrificamos

 Cierto es que según la meta, sacrificamos cosas diferentes, pero sin duda nuestro tiempo y descanso es algo que sí o sí tod@s sacrificamos cuando tenemos una meta por cumplir.

 Algo que además hacemos es ahorrar, y esto supone dejar de comprar ropa, zapatos, accesorios, gastar en gustos especiales, ir a lugares caros, viajar con la frecuencia y holgura acostumbrada, entre muchas otras cosas.

 Por ejemplo: si alguien quiere comprarse un departamento, en  muchas ciudades como Lima -por ejemplo- el costo ha subido de tal manera que prácticamente hay que esclavizarse trabajando para poder si quiera alcanzar ahorrar la cuota inicial, y para ello pasa tiempo y realmente se trabaja duro.

 Otras personas que se han planteado comprar un auto, hacen sacrificios similares, aunque tal vez -dependiendo del auto- no pase demasiado tiempo para alcanzarlo y sobre todo, terminar de pagarlo. Pero en ambos casos, se debe, no solo trabajar duro, sino y sobre todo, cuidar y mantener el trabajo para poder recaudar el dinero de la cuota inicial  además de poder cancelar la deuda.

 Este estrés y preocupación se vive cada día, cada moneda se "suda", cada mes y año de pago se cuenta como si fuera toda una vida...

 Pero existen otras personas que no solo sueñan con alcanzar un bien material, sino que están dispuestas a arriesgar todo, incluso su seguridad en su propio país, hay de quienes desean viajar al extranjero para cumplir con su meta y esas personas realmente deben sacrificarse en todo sentido.

 Las motivaciones pueden ser muchas: estudios, trabajo, cambio de contexto, apostar por una relación amorosa, conocer otras culturas, entre tantos otros motivos, peros in duda en todo, no solo se sacrifica el tiempo y dinero, sino también la vida misma con sus seguridades y hasta logros anteriores.

 Estas personas viven con un estrés diferente, su sacrificio no solo se limita a la parte económica -que de hecho está presente- sino y muchas veces, al logro y dominio de un idioma. Estas personas están dispuestas a levantarse a las 5:00 a.m. para estar en clases a las 7:00 a.m. y aprender el idioma del país al que desean viajar; deben además, lograr el nivel requerido para poder rendir los exámenes internacionales correspondientes y así su meta sea aún más posible y real de alcanzar.

 Estas personas no solo deben trabajar, deben estudiar, ahorrar, averiguar las condiciones de su viaje y visa, y hasta muchas veces deben invertir en otras formaciones académicas que les permitan trabajar en el país de destino; tal es el caso de aquellos que consideran la oportunidad de enseñar su idioma en el país al que desean viajar y esto implica una formación adicional, una inversión y otro horario dentro del tan apretado día.

 No es sencillo estudiar a las 7:00 a.m., "volar" al trabajo para ingresar a más tardar a las 9:00 a.m., nuevamente "volar" a una universidad para realizar una formación que sirva de apoyo en el extranjero para desempeñarse laboralmente y terminar el día a las 12.00 p.m. para volver a empezar al día siguiente con la misma rutina, porque además de ese cansancio y estrés, debemos sumar uno que supone el sacrifico más molesto: si no tienes auto, debes soportar el pésimo servicio del transporte público.

El transporte público es un tema terrible para la mayoría, sobre todo, en los países de América Latina, ir apretad@, aplastad@, pisotead@, teniendo que cuidar los bolsillos, las mujeres debemos cuidarnos de aquellos que no pierden el tiempo ni la oportunidad de faltarnos al respeto; por otro lado, debemos estar corriendo y atent@s por si perdemos el bus, porque con el tráfico existente, perder un bus o tardar cinco minutos pueden hacer una gran diferencia, no solo en el tiempo de viaje sino también, en las condiciones del mismo.

¡ÁNIMO!, se sufre pero también se disfruta 

Puesto que soy protagonista de esta realidad, hoy quiero dedicar esta publicación a aquellas personas que se han trazado metas, aún si no son las mencionadas; a aquellas personas que, se sacrifican día a día por conseguir un futuro mejor, que luchan por sus sueños y que sienten que la vida no es solo un momento sino que se desafían y empiezan una y otra vez, sé lo que se padece, sé lo que se sufre, pero también sé lo que se siente y disfruta cuando logramos nuestros objetivos.

 Si te encuentras en este etapa y a veces sientes que ya no puedes más o hasta quieres desistir, quiero decir: ¡ÁNIMO!, no te desanimes, hay días llenos de vigor y fuerzas, otros no tanto, pero el día que logras alcanzar la meta, ese día, esa fuerza, esa alegría, ese orgullo, nunca se olvida, y confirmamos que valió la pena tanto sacrificio.

 Así que, si te desanimas, levanta la mirada, vuelve atrás solo para ver la meta trazada, mira que ya has dejado camino detrás de ti y que no vale la pena abandonar la lucha. Finalmente, muchos intentan y abandonan, pero tú puedes ser de l@s que consiguen sus metas y viven para contarlo y ser inspiración para otros.

 Si hay un sueño y deseo en tu interior de conseguir algo, no dejes que se apague, no dejes que nadie lo apague y sobre todo, no seas tu mism@ quien lo apague, sigue adelante y vence.

 ¡Hasta pronto!



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