jueves, 4 de diciembre de 2014

El "amigo" secreto...


Hola"s", hoy quiero escribir sobre un tema que seguramente a más de uno le ha tocado vivir: el juego del amigo secreto. Y es que en estas épocas ese juego se pone muy de moda y en casi todos los centros de trabajo, familias, grupos de amigos, entre otros, se acostumbra jugarlo.

 Una de mis mejores amigas hace algunos años me contó -bastante indignada dicho sea de paso- que en su trabajo (un ministerio) una compañera había pedido de regalos productos de una marca específica de cosméticos extranjera (carioca...) y justo le tocó regalarle a esta chica. Esta amiga me decía que le indignaba cómo la gente puede ser tan "ridícula" de decir exactamente lo que quiere y en todas las opciones colocar únicamente una marca; recuerdo que compartíamos la idea que se debería ser bastante general, como por ejemplo: crema de manos, talco para pies, etcétera, pero jamás colocar al detalle como para sí o sí compren lo que quieres; además, como nos caracteriza, ella y yo bromeábamos diciendo que a lo mejor se le acababan los productos que compró en oferta y quería "aprovechar" a la amiga secreta para seguir usándolos, en fin, a lo mejor no fue algo muy amable pero para la broma y posible cercanía con la realidad, estaba bien.

 Lo cierto es que siempre estuve de acuerdo con la idea u objetivo real de este juego: confraternizar, brindar un gesto espontáneo, que permita el compartir y propiciar la unidad. Sin embargo, este juego -a mi parecer- se viene desvirtuando año a año y cada vez más las personas evitan jugarlo por posibles malos momentos o experiencias vividas.

 En mi caso, por ejemplo, el año pasado -primer año en este empleo- me tocó a una persona que no conocía y quien me regalaba a mí no tuvo gestos o presentes que darme los días acordad
os, solo el último día y el día de la entrega del regalo; ciertamente me regaló las tres cosas que puso como opciones, y es que el sentimiento de culpa seguramente no lo dejó dormir, porque me encargué de decir en voz alta que mi amigo secreto me tenia olvidada y me conocería el día de entrega.

 Lo que resultó más gracioso es que mi amigo secreto era mi jefe y desde ese día hasta el día de hoy nos decimos "hola amigo/a secreto/a" y ambos nos reímos.

 Superada esa experiencia del año anterior, la cual me pareció la peor de todas, este año se ha vuelto a
realizar el sorteo y hemos colocado las opciones que esperamos como presentes; honestamente yo soy medio complicada para los regalos, suelo ser exigente, por lo que en realidad no fui demasiado explícita en mi solicitud, pero para tener un buen detalle con la persona a la que yo debía hacerle el regalo decidí ver sus opciones, ya que a mí sí me gusta pensar y dedicar tiempo y aprecio en los regalos que hago. Bueno, grande fue mi sorpresa al ver el menudo pedido que mi amiga secreta había hecho: fragancias de marcas exclusivas internacionales -que ni yo compro para mí- que excedían en el 100% y más el monto acordado.

 En ese momento recordé a mi amiga y todas las frases exageradas que dijimos y de verdad pude ver que mi amiga secreta se había llevado el premio a la exageración...

 Es un hecho que no le voy a regalar lo que pidió, lo cual me da pena, porque siempre me gusta regalar algo que le gustará a la persona, pero lo que a ella le gusta a mi bolsillo le desagrada rotundamente, además que pienso firmemente que el regalo de este juego debe ser simbólico y no un espacio para pedir "lo que sea". Seguramente que ella no tuvo la intención de hacerme pensar todo esto, a lo mejor en su antiguo trabajo los regalos eran de ese tipo, pero creo que al considerar el monto del regalo ya una se podría hacer una idea de los límites...

 De otro lado, a mí me resulta complicado regalar una fragancia sobre todo, porque mi formación me ha enseñado que eso se logra con años de conocimiento y cercanía con la persona, una fragancia encierra muchas veces la personalidad y sentir de la persona y no puede ir cambiando o usando sin sentido o sin importancia.

 De hecho, a mí no me gusta que me regalen fragancias a no ser que sepan exactamente cuál uso, lo mismo en el caso en el que yo debo regalar una, yo lo hago cuando estoy absolutamente segura que es del agrado y uso de la persona.

 En fin, está claro que no le regalaré lo que espera pero procuraré que esté contenta con lo que le regale.

 Asì que atención con este juego, seria bueno reunirse todos y estar claros en los verdaderos objetivos y no banalizarlo, además de pedir la participación voluntaria, ya que si es un juego para confraternizar, no hay nada peor que la obligación para hacerlo.

 ¡Hasta pronto!



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