sábado, 20 de diciembre de 2014

Reflexiones de una nueva "temporada"

 Hola"s", hace unas semanas finalmente me animé a conseguir todas las temporadas de la serie amircana (norteamericana) "Sex and the city", mi buena amiga Karla iba a comprarla y luego vendría a casa para almorzar juntas y pasar todo el día chismoseando (como solemos decir); así que le pedí que compre también para mí todas las temporadas, acababa de descubrir que estábamos con la misma fiebre televisiva, aunque fuera de época.; sin embargo, no me sorprendió, siempre coincidimos en muchas cosas.

 Hoy terminé de ver la tercera temporada, y aunque parezca no muy ortodoxo para mis gustos, la serie me dejó grandes reflexiones...

Adulta independiente

 Desde muy pequeña fui lo suficientemente independiente como para hacerme cargo de mí misma, tomé siempre
mis propias decisiones, equivocadas o no; traté siempre de pensar las cosas y hacerme cargo de mi propio futuro.

 Salí adelante con gran esfuerzo y soy quien soy gracias a ello.

 Cuando mi sobrina mayor estaba en sexto grado siempre me decía: "¿cuándo vas a tener tu departamento para ir y pasar juntas el fin de semana?", sus amigas siempre le preguntaban cada lunes qué había hecho y ella quería que llegara el día en el que respondiera: "mi tía y yo pasamos todo el fin de semana en su departamento", al parece la presión era mucha...

 Ella ejercían presión en ella con sus respuestas y ella en mí con su solicitud, lo cierto es que en realidad era algo que yo había pensado también y que de hecho anhelaba en algún futuro no muy lejano, quería mi propio espacio, decorarlo, encargarme de él; que se vea bien o mal, pero que sea mi decisión.

 Mi padre siempre me decía cuando venía visita a la casa: "arregla la casa, límpiala, ¿no te da vergüenza que la vean mal?". En realidad no estaba interesada en lo que pensaban de la casa, solo quería recibir a mis amigos y reír como siempre por horas.

 Pero en realidad ahora sí me interesa, no por las personas que vendrán a casa, sino por mí; me encanta ver el departamento lindo, ordenado y sobre todo, acogedor; cada persona que ha venido a visitarme -y en realidad aún no son tantas- me ha dicho que es acogedor, así que al parecer el objetivo se ha logrado.

 A mi madre siempre le ha gustado adornar la casa y aunque no vivimos juntas, al parecer he heredado su gusto y sensibilidad para ello; ahora muchas veces me descubro viendo cosas para el hogar en las tiendas y valoro los adornos lindos que puedan generar un lindo ambiente.

 Lo cierto es que un espacio personal siempre debe tener el sello de cada persona y hoy me encuentro en esa temporada.

En tu casa anda como quieras

 Una frase que a menudo escuchamos es que en nuestra casa podemos "andar como queramos"; esta frase años atrás no tenía del todo sentido como lo tiene hoy. El miércoles pasado habla de esto con unos amigos y en especial con una amiguita llamada Danitza, ambas decíamos que en realidad cuando vives sola podía andar literalmente desnuda por tu casa y no hay problema en ello, incluso para mí, que como bien saben los que me conocen, soy lo suficientemente pudorosa como para hacerlo.

 Pese a mi pudor y gran sentido del honor, esta frase hoy a tomado real sentido, en la actualidad puedo andar en casa como realmente quiero, no tengo que esconderme ni preocuparme de si hay gente o vino visita de alguien más, no debo ocultarme si estoy en pijama o incluso de si no la tengo... solo puedo estar en casa libre y sin problema, porque no estaría "invadiendo" a nadie.

El ideal hecho realidad

 La mayoría de solteros y solteras -sobre todo de 30 a más- siempre sueñan con ser independientes, en realidad desde los 20, peor la persona de 30 a más no solo lo sueña, lo anhela, yo diré: ¡lo necesita!, pero son aún muy pocos los que se animan a hacerlo porque para los latinos nos es muy difícil alejarnos del techo familiar, porque pensamos erróneamente que se romperá el lazo familiar.

 Si los padres supieran realmente lo bien que le hace a un adulto tener su propio espacio y hacerse cargo de sí mismo, los lanzarían fuera de casa en cuanto puedan pagar una habitación por lo menos.

 Si l@s solter@s de 30 a más supieran lo bien que se siente y cuánto ayuda el vivir solos, lo harían desde los 26...

 Me he dado cuenta que soy el sueño de varios de mi edad que aún viven con sus padres, cuando me preguntan dónde vivo y cuando digo que vivo sola, automáticamente todos dicen: "¡en serio, eso es excelente!", pero a la vez suena tan distante de sus realidades, como si no pudieran hacerlo o no se sintieran capaces de hacerlo, y es que no es solo vivir sola, es pagar tus cuentas sola, ocuparte de una casa sola, etcétera; al parecer es algo que sienten qu eno pueden hacer y no les queda más que admirarme, envidiarme un poco y finalmente verme como su heroína, lo cual es muy gracioso, porque lo único que hace falta es estar realmente en condiciones de decidir y ser valiente.

 Bueno tal vez no sea tan sencillo para todos, de hecho hace muchos años quería hacerlo y al igual que ellos, no me decidía; sin embargo, este año lo pensé seriamente, se presentó la oportunidad y Voilà, ahora soy independiente.

 Supongo que si lo hubiese pensado mucho o esperado a tener algo propio, seguiría aún en la casa de mi padre, anhelando vivir en un departamento sola, envidiando a alguien más y haciéndola mi heroína.

Rompiendo el mito del alquiler

 Muchos en la actualidad tienen en mente que si se mudan de la casa familiar debe ser por algo propio; desde que empezó la explosión inmobiliaria en Perú, todo soltero profesional,trabajador y con ingresos medianamente en el promedio o más, quiere adquirir un departamento, lo cual no está mal, el tema está en que espera a tener algo propio para salir de la casa de sus padres.

 No estoy en contra de la organización, planificación e inversión, de hecho antes estaba cerrada únicamente a esa idea; sin embargo, hoy en día muchos de mis paradigmas se vienen reestructurando, ya que de haber esperado a poder comprar un departamento no habría alquilado uno, tan lindo, cerca de mi trabajo y jamás habría podido caminar como quisiera en mi casa.

 Quien se ha arriesgado me comprende a la perfección.

 Hoy veo que mis ganancias son mayores a mis pérdidas, ya que ganar independencia, autonomía y experiencia para organizarse y hacerse en todo cargo de uno mismo, no tiene precio y es siempre una ganancia.

 Seguramente que muchos piensan que lo correcto es salir de casa de los padres con algo seguro, pero ¿acaso la vida real es segura?, todos los que estamos vivos sobemos que no es así. En la vida siempre hay altiva bajos y no podemos huir de ello; así que no tenemos más opción que ser valientes y vivir, sin temor y siendo capaces de correr riesgos.

 Quien no corre riesgos se queda parado observando cómo a los demás les va a veces bien o otras tan bien que hasta los envidian, y aunque muchos otros momentos nos vaya mal, todo siempre es aprendizaje, todo siempre tiene un sentido y nos ayuda a mejorar.

 Caminar sin zapatos, caminar con ropa o sin ella, es algo que se hace de niños y que no vuelve a pasar en la vida...hasta que...¡Somos independientes!

 Que cada uno tome sus propias decisiones según sus posibilidades y ande como desee en su casa.

 ¡Hasta pronto!










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